Los hechos importantes que marcan la vida de los seres humanos van asociados, casi siempre, de una celebración. Amigos y familiares se reúnen con ocasión de estos acontecimientos, acompañando a la persona, o personas, en cuestión.
Bautizos, comuniones, uniones, bodas y, aunque sean desgraciadamente un mal trago, los funerales. Todos ellos unen a los amigos y seres queridos del difunto para rendirle el correspondiente homenaje.
Al igual que el resto de los eventos, existen también funerales civiles, indicados para aquellas personas que no tienen ningún tipo de creencia religiosa: los funerales laicos.
A pesar de que los funerales más frecuentes son los de tipo religioso, actualmente este tipo de celebraciones civiles están experimentando un crecimiento exponencial.
¿Qué son los funerales laicos?
Se trata de una conmemoración de la vida de la persona fallecida. Se centra en su recuerdo y, su objetivo suele ser cumplir sus voluntades.
Los funerales laicos pueden realizarse, o bien en las salas del tanatorio donde se ha realizado el velatorio del difunto, o en la capilla del tanatorio si puede adaptarse a estas celebraciones. Incluso, es posible utilizar alguna estancia o sala del cementerio, en caso de no realizarse incineración del difunto.
¿Qué diferencias tiene un funeral laico y uno religioso?
Además de que no existen connotaciones, citas ni alusión alguna a la religión los funerales laicos carecen de un sacerdote que presida el acto. La figura que sustituye a este es el maestro de ceremonias. Este celebrante es quien guía el funeral.
Por otra parte, su estructura es claramente diferenciada. Es más flexible, pudiendo ser diseñada por los familiares o, por el propio difunto en vida. Además, no incorpora cantos ni salmos religiosos, tampoco lecturas.
¿Cómo es la estructura de un funeral laico?
- Al comienzo de la celebración, el celebrante agradece a los amigos, familiares y asistentes la presencia al funeral. También, se realizan unas breves indicaciones introductorias acerca de la estructura que va a seguir la ceremonia. En todo momento el guion puede ser modificado. Es una de las ventajas que presentan este tipo de funerales respecto de los de carácter religioso, que pueden celebrarse al gusto del difunto o sus allegados.
- La segunda parte del funeral tiene un carácter reflexivo. Aunque no tiene un guion rígido, la ceremonia suele incluir palabras acerca de la muerte o reflexiones sobre la vida del ser humano que ayuden a reflexionar en silencio.
- Antes de la despedida, los amigos o familiares pueden dedicar unos momentos para decir unas palabras en honor o tributo al difunto, escuchar una canción, visualizar algún tipo de vídeo… es el momento más emotivo del funeral.
- Por último, se invita nuevamente a la reflexión, mientras se despide del féretro o urna. Es posible optar por una canción para este momento del “adiós”, y siempre es conveniente recordar que no hay ninguna estructura obligada en estas ceremonias civiles.
¿Cuál es la duración de un funeral?
Aunque la duración de este tipo de ceremonia suele venir determinada por su estructura, no suelen superar los 20 minutos de extensión.
Depende, en gran medida, de factores como la música (en caso de que la haya), duración de los temas, discursos, etc.
Ideas para un funeral laico
Este tipo de celebraciones civiles tienen como fin celebrar la vida de un ser querido, rindiéndole el merecido tributo. Por ello, una buena idea para darle el último adiós a esa persona es pensar en sus aficiones.
Adaptar la ceremonia, en la medida de lo posible: desde visualizar escenas de sus películas favoritas, escuchar un tema o canción de su artista preferido o, simplemente, contar anécdotas vividas con esa persona.
En resumen, el funeral laico pretende rendir el homenaje debido al difunto, dejando el mejor recuerdo posible en sus familiares y amigos.
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