Seguramente en algún momento hayas escuchado los términos incineración y cremación, e incluso es probable que los hayas utilizado indistintamente. Sin embargo, aunque a menudo se confunden, no son lo mismo. Las diferencias entre incineración y cremación van más allá de la simple semántica y pueden influir significativamente en la elección que se tome en los momentos de despedida de un ser querido.
Tomar decisiones funerarias es algo que, lamentablemente, todos enfrentamos en algún momento. Por ello, es importante estar bien informado sobre los términos y procedimientos que intervienen en estos momentos tan delicados. En este artículo, te explicaremos detalladamente qué son la incineración y la cremación, en qué se diferencian y cómo elegir la opción que mejor se ajuste a tus valores, creencias o necesidades. Con esta información, esperamos ayudarte a tomar la mejor decisión posible cuando llegue el momento de decir adiós a un ser querido.
¿Qué es incineración?
La incineración es un proceso de combustión controlada que reduce los restos orgánicos, tanto de seres humanos como de animales, a cenizas mediante la exposición a altas temperaturas. Este procedimiento se lleva a cabo en un espacio especializado llamado horno incinerador, donde el cuerpo es sometido a temperaturas que pueden alcanzar entre 800 y 1000 grados centígrados. Este método ha sido utilizado desde tiempos antiguos para disponer de los cuerpos y, aunque ha evolucionado tecnológicamente, sigue siendo una práctica común en diversas culturas y religiones alrededor del mundo.
Origen y evolución del concepto
Históricamente, la incineración ha sido un método utilizado desde civilizaciones antiguas para la eliminación de restos humanos, especialmente en culturas como la griega y la romana, donde la cremación o incineración de los cuerpos era una práctica funeraria común. A lo largo de los siglos, el procedimiento ha ido cambiando, desde piras funerarias al aire libre hasta los modernos sistemas cerrados y controlados que utilizamos hoy en día.
Con la llegada de la Revolución Industrial y el desarrollo de tecnologías avanzadas, el concepto de incineración ha tomado un significado más amplio, aplicándose no solo a la disposición de cadáveres, sino también al tratamiento de residuos. En este sentido, la incineración es también un método de eliminación de desechos peligrosos o voluminosos, en el que el objetivo principal es reducir la masa de los materiales a través de la combustión.
¿Cómo funciona la incineración?
El proceso de incineración está basado en la aplicación de calor extremo a través de un sistema de combustión controlada. En términos sencillos, el cuerpo es expuesto a una temperatura extremadamente alta en una cámara especial, lo que provoca que todos los componentes orgánicos se descompongan y se transformen en cenizas y gases inofensivos. Este proceso generalmente dura entre dos y tres horas, dependiendo del tamaño y la composición del cuerpo.
Etapas del proceso de incineración:
- Preparación del cuerpo: Antes de la incineración, el cuerpo se coloca en un ataúd o caja especial, hecha de materiales fácilmente combustibles. A menudo, las funerarias utilizan ataúdes de madera o de materiales biodegradables que facilitan el proceso de combustión.
- Introducción en el horno incinerador: El cuerpo se introduce en un horno incinerador diseñado específicamente para este fin. El horno cuenta con un sistema de combustión que alcanza temperaturas extremadamente altas, lo que permite la rápida descomposición de los restos orgánicos.
- Combustión: Una vez en el horno, el cuerpo se expone a una temperatura de entre 800 y 1000 grados centígrados. Este calor intenso provoca la descomposición de los tejidos y la evaporación de los líquidos corporales. Los huesos se calcifican y descomponen en fragmentos más pequeños.
- Proceso de enfriamiento: Después de la incineración, el personal recoge los restos (principalmente fragmentos de huesos) y los deja enfriar. Luego, un equipo especial llamado molino crematorio pulveriza estos fragmentos, convirtiéndolos en un polvo fino conocido como cenizas.
- Entrega de las cenizas: Una vez pulverizadas, las cenizas son colocadas en una urna o en el recipiente escogido por la familia para ser entregadas. En muchos casos, estas cenizas pueden ser esparcidas, enterradas o almacenadas según los deseos de los seres queridos del fallecido.
Beneficios de la incineración
La incineración es elegida por muchas personas debido a una serie de beneficios prácticos y emocionales. Algunos de los principales beneficios incluyen:
- Mayor flexibilidad en el manejo de los restos: Las cenizas pueden ser guardadas, esparcidas en lugares especiales o incluso convertidas en joyas conmemorativas, lo que da a las familias una mayor variedad de opciones para honrar a su ser querido.
- Menor impacto ambiental: Aunque el impacto ambiental de la incineración ha sido debatido, muchas personas ven esta opción como menos invasiva en comparación con el entierro tradicional, que requiere el uso de terrenos, ataúdes y productos químicos para embalsamar.
- Menor costo: En general, la incineración suele ser menos costosa que un entierro tradicional, ya que no requiere la compra de un ataúd lujoso, la preparación de una tumba ni otros costos asociados a los servicios funerarios convencionales.
- Eliminación rápida de restos: En situaciones de emergencia o desastres naturales, la incineración puede ser una solución efectiva y rápida para el tratamiento de restos humanos, evitando problemas de salud pública asociados con la descomposición.
¿Qué es la cremación?
La cremación es un proceso funerario mediante el cual el cuerpo de una persona fallecida es reducido a cenizas a través de la exposición a altas temperaturas en un horno especializado, conocido como crematorio. Este método, que se ha vuelto cada vez más popular en todo el mundo, ofrece una alternativa al entierro tradicional, y responde tanto a razones prácticas como a consideraciones culturales, ecológicas y personales.
A continuación, exploraremos en detalle qué es la cremación, cómo se realiza, su historia y las diferentes razones que motivan a las personas a optar por esta opción.
Orígenes y evolución de la cremación
Diversas culturas en todo el mundo han practicado la cremación, un rito funerario que tiene miles de años de historia. En la antigua Grecia y Roma, por ejemplo, se veía la cremación como un medio honorable para disponer del cuerpo, especialmente entre los soldados. Asimismo, en ciertas tradiciones hindúes y budistas, la cremación es una práctica profundamente espiritual, ya que se cree que facilita la liberación del alma.
En Europa, sin embargo, la cremación cayó en desuso durante la Edad Media, debido en parte a la influencia del cristianismo, que promovía el entierro como la forma preferida de disposición del cuerpo. No obstante, a finales del siglo XIX, la cremación volvió a ganar popularidad en muchos países occidentales, debido a las preocupaciones sobre la salud pública, el hacinamiento de los cementerios y una mayor aceptación de opciones funerarias más modernas.
Hoy en día, la cremación se ha convertido en una opción cada vez más común en muchas sociedades, tanto por razones ecológicas como por su bajo costo y la flexibilidad que ofrece a las familias.
¿En qué consiste el proceso de cremación?
El proceso de cremación comienza cuando el cuerpo del fallecido es colocado en un ataúd o recipiente especial y transportado al crematorio. A partir de ahí, el proceso sigue los siguientes pasos:
- Preparación del cuerpo y documentación legal: Antes de cremar el cuerpo, las autoridades realizan una serie de trámites legales y administrativos para asegurarse de que la cremación esté autorizada y que se cumplan todas las normativas legales. En muchos países, se requiere un certificado de defunción y la autorización de un médico o funcionario legal.
- Introducción del cuerpo en el horno crematorio: Un operador coloca el cuerpo, dentro de su ataúd o recipiente, en un horno crematorio diseñado para resistir temperaturas extremadamente altas (entre 800 y 1000 grados Celsius). Estos hornos están equipados con sistemas que controlan la emisión de gases para reducir el impacto ambiental.
- Proceso de combustión: Durante la cremación, el cuerpo es expuesto a estas altas temperaturas, lo que provoca que los tejidos blandos se desintegren y los huesos se calcinen. Este proceso suele durar entre 1 y 3 horas, dependiendo de factores como el tamaño del cuerpo y el tipo de horno utilizado.
- Reducción de los restos: Una vez completado el proceso de combustión, lo que queda son fragmentos óseos. Estos fragmentos son retirados del horno y, posteriormente, se procesan en una máquina llamada «pulverizadora», que los reduce a un polvo fino, lo que comúnmente se conoce como cenizas.
- Entrega de las cenizas: Las cenizas resultantes, que suelen pesar entre 2 y 3 kilos, se depositan en una urna funeraria y se entregan a los familiares. Desde ese momento, la familia puede decidir qué hacer con las cenizas. Ya sea esparcirlas en un lugar significativo, enterrarlas, mantenerlas en casa o disponer de ellas de acuerdo con la voluntad del fallecido.
Razones para elegir la cremación
La cremación es una opción cada vez más preferida por muchas personas debido a diversas razones que van desde consideraciones económicas hasta creencias personales. Algunas de las principales razones para optar por la cremación incluyen:
- Precio: La cremación suele ser más económica que un entierro tradicional. Al evitar la compra de un ataúd costoso, el uso de una parcela en el cementerio y otros servicios asociados con los entierros tradicionales, las familias pueden ahorrar una cantidad significativa de dinero. Dependiendo de la región y los servicios adicionales, el costo de una cremación puede ser de un 40% a un 60% más bajo que el de un entierro convencional.
- Impacto ecológico: A medida que la preocupación por el medio ambiente ha crecido, muchas personas han optado por la cremación como una opción más ecológica. Si bien la cremación también tiene un impacto ambiental (principalmente por las emisiones de dióxido de carbono), muchas personas consideran que es una alternativa más sostenible, ya que no requiere el uso de terreno, productos químicos embalsamadores ni la construcción de ataúdes elaborados. Además, algunos crematorios modernos han implementado tecnologías para minimizar las emisiones de gases nocivos.
- Flexibilidad: La cremación ofrece una gran flexibilidad para los familiares en términos de disposición de los restos. Las cenizas pueden ser esparcidas en un lugar significativo, enterradas en una parcela más pequeña o guardadas en casa. Además, no es necesario llevar a cabo la cremación inmediatamente después del fallecimiento, lo que permite a las familias organizar con calma una ceremonia conmemorativa en un momento que les resulte más adecuado.
- Cultura y religión: En muchas culturas y religiones, como el hinduismo, la cremación es la práctica preferida. Para los hindúes, por ejemplo, se cree que la cremación ayuda a liberar el alma del cuerpo físico, facilitando su viaje hacia la siguiente vida. En otros casos, las personas optan por la cremación por razones personales, filosóficas o espirituales.
- Evitar la inhumación tradicional: Para algunas personas, la idea de un entierro tradicional puede resultar inquietante o incómoda. La cremación ofrece una alternativa que puede ser percibida como menos perturbadora o más limpia.
¿Qué diferencias existen entre incineración y cremación?
Aunque tanto la incineración como la cremación involucran la quema del cuerpo mediante el uso de altas temperaturas. Existen diferencias técnicas entre ambos procesos que vale la pena destacar:
Incineración
La incineración es un proceso más amplio que se refiere a la quema de cualquier material, no necesariamente humano. En el contexto funerario, la incineración se refiere al uso de un horno especial para reducir un cuerpo humano a cenizas mediante el calor extremo.
Técnicamente, el horno crematorio realiza el proceso de incineración, donde expone el cuerpo a temperaturas que oscilan entre los 800 y 1000 grados Celsius. Durante este proceso, los tejidos del cuerpo se descomponen y se evaporan, mientras que los huesos se calcifican y fragmentan. Después de la incineración, lo que queda son restos óseos que se trituran para convertirlos en un polvo fino, comúnmente llamado «cenizas».
Características clave de la incineración:
- Proceso general: Implica la quema de cualquier tipo de material (orgánico o inorgánico) para su reducción a cenizas.
- Uso en funerales: Aunque se utiliza el término en el contexto funerario, las personas también lo emplean para describir la quema de residuos sólidos en otros ámbitos, como desechos industriales o médicos.
- Finalidad técnica: La finalidad principal es reducir el cuerpo a cenizas mediante la exposición a altas temperaturas.
- Resultado: Restos óseos pulverizados que se presentan como «cenizas».
Cremación
La cremación es un término más específico y se refiere únicamente al proceso de incineración de restos humanos o animales como parte de un rito funerario. La cremación implica no solo la parte técnica del proceso de quema, sino también el ritual y los aspectos culturales que lo rodean.
Al igual que la incineración, la cremación utiliza hornos a alta temperatura para reducir el cuerpo a cenizas. Sin embargo, lo que distingue la cremación es el enfoque simbólico y ceremonial. Además, la cremación suele estar regulada por normas legales y prácticas que garantizan que el proceso respete las creencias y deseos del fallecido y sus seres queridos.
Características clave de la cremación:
- Específico para funerales: La cremación se refiere exclusivamente a la quema de restos humanos o animales como parte de un ritual de despedida o disposición final.
- Proceso técnico similar: Al igual que la incineración, se utiliza un horno crematorio para exponer el cuerpo a temperaturas extremadamente altas.
- Aspecto ceremonial: La cremación a menudo está vinculada a ceremonias religiosas o culturales, y tiene un significado emocional profundo. Los restos (cenizas) se manejan con respeto y pueden ser guardados en urnas, esparcidos en un lugar significativo, o enterrados.
- Resultado: Igual que en la incineración, el cuerpo se reduce a cenizas. Pero las cenizas suelen tener un destino final acorde con los deseos del difunto o su familia.
¿Qué hay que tener en cuenta en un proceso de cremación?
Lo más importante es contactar con una funeraria que te pueda asesorar y ayudar en todos los trámites a realizar en este proceso tan delicado y difícil.
Lo único que hay que realizar para comenzar un proceso de cremación es rellenar la documentación del crematorio. Para ello, la ayuda del servicio fúnebre escogido se vuelve fundamental.
La funeraria facilitará a los familiares todos los documentos solicitados por el crematorio escogido.
En Funeraria La Montañesa nos encargamos de facilitar toda la información a los familiares del difunto y os asistimos con cualquier duda.
Además, nos aseguramos que todo este proceso de cremación se hace con los correspondientes niveles higiénico sanitarios correspondientes y con la mayor delicadeza y respeto a la persona fallecida.
Contamos con este servicio dentro de nuestras instalaciones para que los familiares del difunto se puedan despreocupar de todo.
¿Qué se hace con las cenizas tras la cremación?
Tras la cremación, los familiares son los que deciden qué hacer con las cenizas de su persona querida.
Existen varias opciones, como pueden ser:
Inhumar:
Consiste en introducir las cenizas en una urna y enterrarlas en un nicho.
Esta es una gran opción para las personas católicas, ya que, permite a los familiares depositar los restos del difunto en un terreno Santo.
Cabe destacar, que este proceso de cremación es aceptado por la Iglesia desde el año 1983. Siendo mejor si se mantienen los restos en un cementerio.
Esparcir las cenizas:
Otra de las alternativas es esparcir las cenizas en un lugar especial para el difunto.
Los lugares pueden ser diferentes, desde el mar hasta una montaña a la que el fallecido tuviera especial cariño.
En casa:
Otras personas prefieren tener a esa persona especial en sus domicilios.
¿Por qué elegir a la funeraria La Montañesa para la cremación?
Si eres de Cantabria, en Funeraria La Montañesa contamos con 2 hornos equipados con las últimas tecnologías para poder ofrecer:
Un servicio rápido:
En 3 horas desde que se inicia el proceso, se puede colocar las cenizas del ser querido en una urna.
Limpio:
Nos aseguramos de que todo esté en perfectas condiciones.
Equipo preparado:
Contar con un gran equipo es fundamental para poder ofrecer un servicio de calidad y respetuoso para el fallecido y la familia.
Os acompañamos durante todo el proceso, asesoramos y ofrecemos diferentes alternativas según vuestras necesidades.
Esperamos que os haya servido este blog para entender las diferencias que existen entre incineración y cremación.
Pero, si hay cualquier duda sobre nosotros o nuestros servicios, estamos a vuestra disposición.
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