Cuando nos despedimos de nuestras queridas mascotas, surge la inevitable pregunta sobre cómo y dónde podemos enterrar a mi mascota. Para muchos, estas adorables compañeras son parte integral de la familia, y honrar su memoria de manera adecuada es fundamental. En esta guía, os enseñamos todas las opciones disponibles. Descubre los distintos caminos para despedir a tu fiel amigo con amor y respeto.
¿Qué hago si ha fallecido mi mascota?
El momento de despedirse de una mascota querida es emocionalmente difícil, y es importante conocer los pasos a seguir para brindarle un adiós adecuado. La primera acción a tomar es contactar con tu veterinario de confianza o el ayuntamiento de tu localidad. Ambos pueden proporcionarte orientación sobre las opciones disponibles y los procedimientos necesarios para el entierro o la cremación de tu mascota.
En muchos casos, las clínicas veterinarias pueden encargarse de las gestiones para la incineración del cuerpo de la mascota. Además, algunos municipios ofrecen servicios gratuitos de recogida de animales domésticos fallecidos, aunque es importante tener en cuenta que en estos casos el cuerpo se desecha y no se devuelve para su incineración.
Además del aspecto logístico, es crucial ocuparse de trámites administrativos como dar de baja el microchip de la mascota en caso de que tuviera uno. Esta gestión se puede realizar en la misma clínica veterinaria y es importante para mantener los registros actualizados.
Por último, es aconsejable revisar si tenías un seguro para mascotas. Algunas pólizas cubren parte de los gastos relacionados con el proceso fúnebre, por lo que es importante consultar las coberturas disponibles.
¿Por qué no enterrar a mi mascota en el jardín?
Aunque pueda parecer una opción sentimental y cercana, enterrar a una mascota en el jardín puede plantear riesgos significativos tanto para la salud pública como para el medio ambiente. Aquí te explicamos por qué:
- Riesgo de enfermedades contagiosas: Si tu mascota fallece a causa de enfermedades como el parvovirus, la toxoplasmosis o la salmonelosis, enterrarla en el jardín puede representar un serio peligro, ya que estas enfermedades son contagiosas tanto para humanos como para otros animales.
- Contaminación por fármacos: En el caso de que se haya utilizado la eutanasia para poner fin al sufrimiento de tu mascota, el fármaco utilizado, como el pentobarbital, puede permanecer activo en el cuerpo del animal durante un período prolongado, hasta aproximadamente un año. Si otro animal entra en contacto con el cuerpo enterrado, existe el riesgo de envenenamiento por el fármaco, con consecuencias graves.
- Riesgo legal y sanciones: Abandonar el cadáver de un animal sin seguir los protocolos y normativas de seguridad establecidos se considera una infracción grave según la Ley de sanidad animal. Las multas por este tipo de infracción pueden ser sustanciales, oscilando entre los 3.000 y los 60.000 euros.
Es importante tener en cuenta estos aspectos antes de tomar la decisión de enterrar a una mascota en el jardín, ya que no solo puede tener repercusiones legales, sino también riesgos para la salud pública y el medio ambiente.
Incineración de una mascota
Cuando llega el momento de despedir a una mascota querida, la incineración es una opción respetuosa y personalizada. Hay dos modalidades de incineración: colectiva e individual, cada una con sus características particulares.
- Incineración colectiva de mascotas: En este tipo de incineración, los animales se cremarán juntos, sin posibilidad de recuperar las cenizas de tu mascota. Este servicio puede variar en cuanto a su disponibilidad y costo según el municipio en el que residas. En algunos lugares, como un servicio municipal, puede ser gratuito, mientras que en otros, se puede cobrar una tarifa que generalmente depende del peso del animal y el traslado al centro de incineración.
- Incineración individual de tu mascota: Optar por la incineración individual significa que solo el cuerpo de tu mascota será cremado, lo que te permite conservar las cenizas si así lo deseas. Para esto, puedes contactar con un crematorio de mascotas, quienes pueden encargarse de recoger el cuerpo de tu mascota en tu hogar. Algunas empresas incluso ofrecen la opción de realizar un velatorio para despedir adecuadamente a tu compañero. Aunque esta opción suele ser más costosa que la incineración colectiva, es ideal si deseas conservar un recuerdo tangible de tu mascota.
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