Los ritos funerarios reflejan las creencias, tradiciones y valores de una cultura, ofreciendo un vistazo único a cómo diferentes sociedades honran y despiden a sus seres queridos. En esta entrada, descubriremos los 7 ritos funerarios más conocidos en todo el mundo, desde antiguas ceremonias hasta prácticas contemporáneas, revelando la diversidad y la profundidad de los homenajes a los difuntos.
Tipos de ritos funerarios: culturas y países
1. Entierro en el bosque en Estados Unidos y Reino Unido
En Estados Unidos y Reino Unido, el rito funerario contemporáneo gana popularidad con el entierro en espacios naturales o en cementerios verdes, como el cementerio en Barcelona Roques Blanques. Estas ceremonias son simples y respetuosas con el medio ambiente, reflejando una creciente preocupación por la ecología. Aunque en España no se permite el entierro en bosques, se observa un aumento de prácticas ecológicas en cementerios para esparcir cenizas de manera sostenible.
2. Fiesta de la cremación en Bali
En Bali, el fallecimiento se transforma en una celebración, donde la cremación es vista como una liberación del alma hacia un nuevo cuerpo. Esta ceremonia, de gran importancia para las familias, implica el uso del fuego como elemento central. La cremación se lleva a cabo en una pira, con la creencia de que las chispas ayudan al alma a ascender al cielo. Especialmente impresionante para figuras destacadas o de la realeza, la ceremonia puede incluir la cremación de sirvientes y otros familiares fallecidos para aumentar las llamas y la majestuosidad del evento.
3. Los cráneos de Bolivia
En las culturas andinas, se cree que tras la muerte, una de las siete almas de una persona permanece en su cráneo, protegiendo a los seres queridos en sueños. Esta creencia impulsa a las familias bolivianas a conservar los cráneos de sus difuntos en casa, exhibiéndolos en altares y vitrinas. Durante la festividad del Día de los Cráneos o de las Ñatitas, el 9 de noviembre, los cráneos son adornados con sombreros y flores, llevados a capillas especiales para misas y honrados con ofrendas como cigarrillos, bebidas y hojas de coca, como si aún estuvieran vivos.
4. Rito del giro de los huesos en Madagascar
La ceremonia del Famadihana, o ‘el giro de los huesos’, es una tradición malgache que se realiza cada cinco o siete años. Durante este rito funerario, las familias abren las tumbas de sus seres queridos, sacan sus huesos envueltos en telas y los rocían con vino o perfume antes de pasearlos. Entre bailes, se recuerda la vida del difunto y se le informa de los acontecimientos importantes desde su fallecimiento. Esta práctica refleja la creencia de que la muerte no es el fin, y que los espíritus vuelven ocasionalmente porque extrañan a sus seres queridos.
5. Zoroástrico en la India
Los parsis, descendientes de la antigua Persia, practican la religión zoroástrica en la India. Su enfoque en la naturaleza se extiende a la muerte, reflejado en su peculiar rito funerario. Tras el fallecimiento, el cuerpo se coloca en las Torres del Silencio, donde los buitres y aves carroñeras lo limpian de carne. Posteriormente, el sol calcina los huesos. Esta práctica respeta los elementos naturales, evitando la contaminación del aire, agua y tierra, según las creencias zoroástricas.
6. Ceremonia fúnebre al ritmo del jazz en Nueva Orleans
En Nueva Orleans, los entierros se convierten en celebraciones animadas al ritmo del jazz. Al inicio, la música refleja el dolor, pero una vez que el difunto es sepultado, se transforma en una melodía alegre. Los asistentes, en lugar de sumirse en el duelo, terminan bailando para honrar al ser querido y celebrar la vida. Este cambio del dolor a la alegría es una forma optimista de recordar y honrar a los seres queridos, proporcionando una experiencia catártica que resalta la belleza y la alegría de la existencia.
7. Budismo y el karma
Para los budistas, la muerte marca el inicio de una nueva vida, no el fin. Creen en la reencarnación, aunque no lo expresan de esa manera. La creencia en la rueda sin fin del karma sostiene que las acciones de una persona determinarán su próximo destino, ya sea favorable o adverso. En los rituales funerarios budistas, el cuerpo se trata con formol durante siete días en casa para permitir que el espíritu se desprenda. Los monjes rezan durante este período antes de la cremación, tras la cual las cenizas se esparcen en un río.
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